martes, marzo 21, 2023

Tsundoku

 


Tres años ya de esto.

Oscuridad

Las lecturas se alinean de una forma que arduamente llegamos a prever.

En un diario español que no creo haber visto antes la sección de Deportes ha quedado sepultada bajo una pestaña absurda, Sociedad, encuentro una columna detallando la "oscuridad" a la que sometió el dictador cubano al enfermo venezolano más famoso del último cuarto de siglo.

Resumido dice lo que dice:

    •A Chávez nunca le permitieron buscar una segunda opinión médica y que cuando pidió que le dijeran lo que padecía, le explicaron que era mejor no saberlo. Eso lo contó el propio Chávez al borde de su muerte.
    •Lo acompañaba día y noche un hospitalito, conformado por más de veinte médicos cubanos de alto nivel (que nunca explicaron con claridad qué era lo que tenía, vale, hoy lo saben todos: cáncer).
    •Detrás de cada tomografía y resonancia nunca le detectaron nada sospechoso, aun cuando frecuentemente se caía, preso de dolorosos temblores generales en todo el cuerpo.
    •Chávez no podía sentarse en una silla normal, su séquito de médicos tenía una especial que previamente era barrida con un contador Geiger, con la finalidad de descartar radiactividad. Ni siquiera sus colegas presidentes podían ofrecerle un café, pues todo era llevado y protegido por su equipo, desde la ropa hasta el agua era previamente probada por sus médicos e incluso en ocasiones, por su guardia pretoriana. 
    •Estaba bajo tratamiento con unas muy dolorosas inyecciones, unos brebajes que sabían muy mal, decía, y unas pastillas vietnamitas equiparables a varias botellas de licor.
    •Vivía a punta de calmantes muy fuertes y además, en no pocas oportunidades, después de verlo activo y por horas ante las cámaras, caía casi desmayado detrás del escenario para ser atendido de inmediato por los médicos.
    •Ni Chávez, ni nadie cercano a él sabían de qué iba el tratamiento cubano, cuáles eran los medicamentos ni la gravedad de sus dolencias. Eso solo lo conocía Fidel Castro.
    •Las recomendaciones de Lula de Silva, para que lo atendieran en un hospital brasileño, fueron saboteadas por el líder cubano, y que el médico español, así como varios especialistas consultados tardíamente, no llegaron a tiempo para salvarle la vida cuando debieron haber sido los primeros en consultar.
    •Conocemos también que su tratamiento y la operación que le practicaron, de acuerdo con el mismísimo Chávez, estuvo errada y que los métodos novedosos para curar un cáncer en esa zona, que repetidas veces señaló, solo se encontraban en pocos lugares en el mundo, y no precisamente en Cuba.
    •Su primera muerte ocurrió en La Habana, mientras que era mantenido artificialmente con vida hasta que tomaron la decisión de desconectarlo, para que entonces ocurriera su segunda muerte, que fue la oficial. 

¿Es cierto todo eso? Uno sospecha que no hay formas de comprobarlo. Oscuridad es oscuridad, esa que según el oftalmólogo español de cabecera de Arcadi Espada agradece el ojo mucho más que la luz. La luz está muy sobrevalorada, dice.

Lo cuenta así Espada en su blog:

En el repaso de fantasías llegamos a Fiódorov, aquel oftalmólogo ruso, supuesto pionero de la cirugía refractiva, que consiste en rebanar la córnea y que así los miopes vean sin gafas lo que ven con ellas. Hace años me contaron que hizo el descubrimiento cuando le llegó un paciente al que en una pelea le habían roto una botella —de vodka, obviamente— en la cabeza. Era muy miope y después de la pelea veía mejor que antes. Y es que los vidrios incrustados en la córnea habían hecho el mismo efecto que el bisturí.
—Pamplinas. Fiódorov era un vivales…
Cuando el retinólogo habla de la córnea y de los especialistas en córnea yo veo al físico hablar de los biólogos. Juegos de niños. Por si fuera poco, Fiódorov era soviético.
—Aquello que inventó del barco como quirófano ambulante les gustaba mucho a los americanos, que son una gente muy curiosa. Conocían perfectamente, desde mucho tiempo atrás, la técnica refractiva, pero Fiódorov, el barco, la ampulosidad de sus quirófanos, les hacía mucha gracia. Y así lo auparon ellos mismos. Porque desde luego no podían hacerlo en la Unión Soviética. Nunca hubo medicina en la Urss.
— ¿...?
—Nada. Nunca. Ni en la Urss ni en ningún país comunista. Atraso total. Cero. Todo una farsa.

Y no puede estar uno más de acuerdo.


martes, febrero 28, 2023

Cardenal

A propósito de Ernesto Cardenal y de cierta relectura de uno de esos bodrios que se escribieron en los sesenta como testimonios de aquellos compañeros de viaje (En Cuba, 1972), recuerdo que hace unos meses un amigo desde Cuba me pidió ayuda para encontrar un libro. Se trataba de la correspondencia entre Cardenal y Merton (1959-1968) en la edición de Trotta de 2003, que compré, leí y mandé. Aquí dejo un resumen de las notas que tomé con las menciones a Cuba y Castro que aparecen en ese libro:

·Los comunistas nicas impidieron que Fidel Castro ayudara con dinero y recursos a Chamorro (primo de Cardenal) acusando a Chamorro de proamericano y reaccionario. (Carta 5, 1959)
·Merton le responde que tengan cuidado con Castro y procuren no depender mucho de él, pues está un poco fuera de sus límites y puede que tome decisiones alejadas de la realidad. (Carta 6)
·Cardenal describe a Chamorro como un nuevo Castro, pero social-cristiano, “es decir, lo que Castro pudo haber sido y no fue porque se entregó a los marxistas”. (Carta 24, 1962)
·Cardenal señala que Cintio V. no está con Castro y que si bien no hay persecución religiosa contra los adultos sí está muy preocupado por la “indoctrinación atea” (sic) a la que están sometiendo a los niños en las escuelas cubanas. Escribe que Cintio le dice que al principio sí estaba con la Revolución, pero que el actual régimen “es verdaderamente soviético y de tipo stalinista.” (Carta 47, 1963)
·“Y ese ha sido el caso de Cuba: cambiaron un imperialismo por otro; una esclavitud por otra, y la nueva ha sido peor que la otra. Cuba es ahora verdaderamente un país soviético.” (Carta 20, 1961)

Ustedes seguro no le escucharon decir nada de esto en público a Cardenal. Que, como buen santurrón, hablaba bajito pero cagaba duro.


viernes, septiembre 17, 2021

Wise Blood


Leía en la biografía de Melville que escribió Andrew Delbanco: 
"A Melville le tocó vivir en la época en que 'la gran maldición del escepticismo' (tal y como la denominó en el diario de viaje por el Mediterráneo) estaba derrotando a la época en la que Dios se comunicaba directamente con los seres humanos como si fueran niños dados a impresionarse. El protestantismo racional del que Melville se había impregnado por influencia paterna no le servía de mucho para pretender una inspiración religiosa que siempre consideró como la boba y peligrosa falsa ilusión de la gente ingenua. La época de los milagros, en la que Dios había aleccionado a los seres humanos con llamativas demostraciones de su poder a través de plagas o milagros, había acontecido hacía mucho ('Los hombres han llegado a hablar de la revelación', escribió Emerson en 1838, 'como cosa ofrecida y realizada hace mucho tiempo, como si Dios estuviera ya muerto') y había sido sustituida por una edad de la razón en la que el hombre debía buscar a Dios en los impersonales procesos de la naturaleza o en el caprichoso progreso de la historia. Este modelo de protestantismo sacado de lugar, como Orestes Brownson escribió en 1844, deploraba a aquellos que estuviesen hambrientos de cualquier manifestación del espíritu divino en sus vidas 'para alimentarse sólo de las inspiraciones del pasado'."
Coincidió que esa misma noche, la noche que leí el fragmento anterior, acabamos de ver Wise Blood. La vimos en dos sesiones. Toda gran película es siempre nocturna y este semestre toca levantarse temprano. No pasan de cinco las películas de John Huston que he visto, my bad. Esta es su amanerada adaptación, y memorable, de la primera novela de Flannery O'Connor. Sur, religión, fetiches, scams, fanatismo. Dicen que es de las películas a las que vuelve siempre Werner Herzog, no lo podría asegurar. Una civilización sin la posibilidad de lo trascendente, algo así dice Steiner siguiendo un poco a Wittgenstein, "estaría en grave peligro". Lo que más me ha inquietado siempre del asunto de las religiones es el temor a Dios, también habría que conceder que puede llegar a ser el último reducto de libertad frente al Estado.

sábado, diciembre 15, 2018

Otoño

La renuncia, más que la incapacidad, a tratar de dar coherencia o consistencia a un discurso crítico es lo que anima estas notas, que se quieren más como instantes o fracciones de una conversación escuchada tras un biombo que como serenos fragmentos de unas disquisiciones sobre la imposibilidad de articulación de un arte de leer. Toda escritura es siempre arbitraria y apunta al caos. Es inútil aspirar a un ordenamiento desde la escritura, dado que esta es por naturaleza implosiva, sistematiza el absurdo de dar coherencia a universos ficcionales e incide en la imposibilidad de anhelar comunicar algo.

viernes, diciembre 14, 2018

Entrevista

"En lo personal, no me interesa el diario como laboratorio, sino apenas como muestrario o acaso como eco o rezago de alguna posible conversación que ya ocurrió. A fin de cuentas, también puede ser un desvío de la ficción o ficción misma, por qué exigirle al diarista apego a la verdad. Una vez escrito, dejó de ser tuyo. Quién habla ahí, a quiénes le pasaron esas cosas, qué va a sacar en claro un lector de todo eso.
Se dice que el diario es el género de la modernidad. Y si bien es cierto que en su tejido están siempre los mimbres de lo contemporáneo, su moldura no cambia. Son tiempos de sobreexposición y si vamos a ser contemporáneos, el diario podría ajustarse a ello a la perfección."

Read more here: https://www.elnuevoherald.com/vivir-mejor/artes-letras/article221715265.html#storylink=cpy
Una entrevista en El Nuevo Herald, gracias a C.A. Aguilera.

viernes, noviembre 23, 2018

Negroni

La pasión por el artefacto mínimo es lo que ha llevado a Negroni a fijar la mirada en Cornell, Dickinson y Satie. Toda pasión es siempre pasión por el abismo, pero sólo ante la posibilidad del abismo puede uno evolucionar, o sea, tomar conciencia de nuestra brevedad. Al servir a un Dios, la música es el primer intento de competir con él. La poesía, sin embargo, no compite: la poesía es exponerse, quedar a la intemperie abierto al castigo del absoluto. 

viernes, octubre 12, 2018

Huraño lector

Siempre ante el dolor que se revela como causa de muerte, pero también ante la imagen de una biblioteca ardiendo, siente que está ante el tiempo, el vacío del tiempo, las revelaciones de una presentida fugacidad.

Para una definición del lector huraño

Y además: 
Notas de un mal voyeur, uno y dos.